No importa todas las posibilidades y oportunidades que uno tenga para lograr algo, si no tenemos un objetivo claro, un propósito o meta bien definida, no lograremos nada y las oportunidades se pueden marchar por donde vinieron. Al tener la meta clara y el objetivo, se realizan unos pasos sencillos, que es responder las preguntas básicas:
¿Qué? qué quiero lograr.
¿Por qué? Describir las razones por la que quiero lograr esa meta.
¿Para qué? Para quién o quienes quiero lograr la meta y qué creo yo que obtendré como beneficios cuando lo alcance.
¿Cuál? Cuáles son los recursos que voy a necesitar y cuáles pasos o actividades debo seguir para alcanzar la meta.
¿Dónde? A veces nos tocará ir a otra parte para obtener mejores resultados o más ayuda. A dónde acudir en cuanto a personas y recursos.
¿Cómo? De qué manera voy a obtener esos recursos, y la manera en que voy a cumplir con cada actividad para la lograr la meta.
¿Cuándo? El tiempo en que voy a empezar, los días o meses que me tomará y la fecha aproximada límite para alcanzar la meta final.